Cuando cientos de horas de trabajo, reales, no es una exageración, se concentran en una imagen de esta calidad, todo esfuerzo y dedicación merece la pena.
》Es la Inmaculada de la plaza del Triunfo: con la singularidad de ser guerrera, transgresora y asir entre sus delicadas manos una espada templaria ensangrentada, así como ocurre con el resto del monumento. Aunque Ella sigue mirando al cielo de Sevilla, ¿buscando qué?, quizás decidió que la inmisericordia y el romanticismo, a veces, no son un mal asunto y que hay que pelear por lo que uno quiere con uñas y dientes, y que cada uno es dueño de su silencio, esclavo de sus palabras y debe ser consecuente de sus actos, no lo sé…ni lo sabe nadie. A lo mejor sus manos no están tan desangeladas como pensamos al contemplar el monumento, ni son tan implorantes…
》El objetivo principal de la portada de un libro es captar la atención, seducir e invitar a profundizar en la lectura. A mí me impactó la portada visualmente, al comprobar que la idea que tenía en mi cabeza se había plasmado de esta manera tan espectacular.
》Un cielo desafiante de gules, con el claroscuro tenebroso que provocan las nubes, revoloteado por pájaros azules completan los detalles.
》Espero que os guste el interior, la tripa de la novela, que es de lo que se trata, pero el envoltorio del caramelo mola. Tela.
A modo de información. Acaba de ponerse en venta en Amazon, donde podéis leer la sinopsis en la información de la obra. El ejemplar de este comercio de Internet no lleva solapa con mi fotografía y biografía, como sí ocurrirá en los que se adquieran en librerías cuando la distribuidora los tenga disponibles tras la impresión.